Modelos GPT

Imagínate esto: Estás ahí, platicando con un GPT, sintiéndote todo intelectual, charlando con el rey de los nerds de los modelos de inteligencia artificial. 

Ahora, ¿cómo funciona este cerebrito? Pues, a ver, es como si tú estuvieras aprendiendo a hablar leyendo todo el Internet. Pero en lugar de disfrutar las novelas, los chismes de celebridades, o las recetas de cocina, lo que hace este GPT es que va picando las palabras en pedacitos. A esos pedacitos les dice «tokens», que suena muy técnico, pero piénsalo como sílabas VIP. Y luego, como si estuviera apostando en las carreras de caballos, va calculando cuál sílaba viene después de cuál.

Después de tragar millones de palabras, como el que se avienta maratones de series sin parar, se vuelve un experto en adivinar qué pedacito viene después. Y así es como te contesta tan rápido. No porque entienda tus dramas o tus alegrías, sino porque es un crack calculando probabilidades.

Entonces, la próxima vez que estés ahí, maravillándote con las respuestas de Chat GPT, acuérdate que no es que te entienda a nivel personal. No, no. Es más bien como ese amigo que sabe un poco de todo porque se la pasa en Wikipedia. Solo que este, en vez de Wikipedia, se devoró todo el Internet.

Y no, no capta tus sentimientos, solo está muy bien entrenado para adivinar qué es lo más probable que quieras escuchar, basado en todo lo que ha leído por ahí. 

Así que ya sabes, cuando le hables y te impresione con su cháchara, recuerda: está haciendo matemáticas avanzadas, no empatía profunda.